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Como cambiar tu vida de manera exitosa
¿Te gusta lo que haces?, ¿te gusta
dónde vives?, ¿te gusta con quién
vives?, ¿te sientes lleno con tu
vida?, ¿eres feliz?… demasiadas
respuestas negativas significan la
necesidad de grandes cambios en tu vida.
Está claro que para hacer un
cambio en tu vida, lo primero que necesitas es ser consciente de la necesidad de cambios, y los cambios nos dan miedo. Ya contamos con ello.
Si crees que tu vida es perfecta
ahora mismo, desde luego que el secreto de tu felicidad consistirá en seguir haciendo exactamente lo mismo que estás haciendo. Pero si por el contrario, no te gusta el tipo
de vida que llevas y sientes que
estás perdiendo el tiempo, mientras la vida pasa, lógicamente deberás comenzar a hacer cosas que hasta ahora no has hecho.
La mala noticia es que para hacer
un cambio radical en tu vida, no
sólo deberás cambiar partes de tu vida. Vas a tener que cambiar tú como persona e incluso tu forma de pensar. Y ahí es donde los cambios se complican.
Casi todo es complicado, salvo que lo hagamos con los pasos correctos y adecuados.
1. Retírate a un rincón neutral para pensar.
La vida es como un combate de
boxeo, y tú te sientes «machacado».
Hasta ahora únicamente has
recibido golpes. Y eres fuerte, pues los has soportado, pero no se ganan los combates únicamente recibiendo golpes. También debemos lanzarlos.
La parte personal es mucho más
fácil que la parte profesional. Es
decir, si no te sientes bien con tu
actual pareja, es tan sencillo como dejarla. El problema se complica en lo profesional.
Deja de pensar en lo que no
quieres, en lo que no te gustaría
ser. De nada te servirá saber qué es lo que no quieres. Mucha gente tiene claro que no quiere ser camarero, astronauta o alpinista. ¿Y….?. Una vez sabemos los lugares a los que
no queremos viajar, para contratar un viaje lo primordial es saber a qué destino queremos ir. De lo contrario no hay viaje.
¿Qué quieres exactamente hacer
en tu vida?
Entiendo que la mayoría de las
personas, sobre todo si son jóvenes, no tienen ni idea de lo que quieren hacer con su vida. Y no es fácil saberlo, por lo que hay otra forma mucho mejor de preguntártelo.
¿A quién te gustaría parecerte?,
¿a quién admiras?, ¿cuáles son
tus mayores habilidades?
Mira tu entorno, mira a tus amigos, conocidos, empresarios,
funcionarios… si pasas de los 22
años, no mires a los futbolistas. Tú ya no vas a ser futbolista. No de profesión.
Hay que buscar dentro de nuestra pasión, algo en lo que fuéramos muy buenos haciéndolo. No te lo tomes al pie de la letra, pues también podemos aprender a hacer
otras cosas en tiempo récorod.
No obstante, es importante saber qué queremos hacer en el corto plazo, qué queremos alcanzar de inmediato… ponerse un objetivo e ir a buscarlo, aunque probablemente dentro de 3 años estemos haciendo otra cosa.
2. Comienza a dar pequeños pasos.
Todo trayecto de 1.000 kilómetros comienza con un primer kilómetro.
Comienza a dar pasos que si bien
no te dirijan al objetivo, al menos nos dirijan al cambio.
Conoce otro tipo de gente.
Lo ideal es rodearte de las
personas que ya son como
nosotros queremos ser. Es decir,
si quieres montar un negocio de lo que sea, te ayudará rodearte de pequeños empresarios en lugar de «fumetas». En cambio, si quieres vender marihuana, rodearte de fumetas (cuantos más mejor) te hará tener a tus primeros clientes.
Rodéate de personas que tengan
puntos de vista muy distintos a los tuyos, otras inquietudes. De todo el mundo aprendemos. Amplía tu círculo de amistades.
Vas a tener que aprender.
No seas ese tonto motivado que
cree que puede lograr algo desde la ignorancia. Una vez tengas claro a dónde te quieres dirigir, deberás tener muy claro que vas a tener que aprender lo que las personas que están en ese lugar ya saben.
Si quieres ganar dinero con la
inversión en bolsa, vas a tener que aprender sobre inversiones, o de lo contrario estarás toda tu vida dejándote llevar por los consejos de personas que a veces fallan y otras veces aciertan. Si tienes claro que
quieres ser un empresario, vas a
tener que aprender todo lo
relacionado con la creación de un
negocio, y mucho más.
Deberías devorar la lectura de esos empresarios de éxito en la que todos tienen algo que decirte y de lo que puedes aprender.
Conviértete en una persona más
inteligente. Hay cosas que podemos aprender y que probablemente no le encontremos utilidad hoy, pero
dentro de un tiempo esos
conocimientos nos pueden ayudar.
Hablo de saber vender, saber
negociar, saber influir en la gente, saber hablar en público, el lenguaje corporal, etc… Hagas lo que hagas en la vida, este tipo de aprendizaje te ayudará.
Pero sobre todo, ponte una meta
y lucha por ella.
Como siempre decimos, las metas deben ser de largo plazo,grandes y ambiciosas, pero los objetivos deben ser de corto plazo, pequeños y alcanzables.
Comienza a dar pasos hacia ese
objetivo. Si quieres iniciar tu propio negocio, mientras aprendes y lees, comienza con ese negocio. Busca tus primeros clientes, comienza a vender, comienza a poner ladrillos
en la construcción.
Y debe ser hoy. No la semana que viene, no cuando haga menos calor, no cuando te venga bien. Una vez tienes claro que quieres hacer un cambio radical en tu vida, debes comenzar hoy mismo con esos cambios y con esos pasos hacia el objetivo. De lo contrario, la dilación acabará ganándote la partida.
Podríamos resumir el cambio
radical en estos sencillos puntos.
1. Define una meta.
2. Dentro de esa meta debe haber objetivos.
3. Los objetivos deben ser lo más exactos posibles.
4. Comienza a hacer cambios en tu estilo de vida y hábitos.
5. Deberás hacer lo contrario de lo que has hecho hasta ahora.
6. Traza un plan para alcanzar los
objetivos.
7. Toma acción en ese plan.
8. Da pasos cada día hacia ese
objetivo.
Si no te funciona esta pequeña guía, siempre puedes volver a tu estado anterior.
Fuente: negocios1000
Nosotras valemos mucho
Un hombre y una mujer, amigos
desde el colegio, tenían mucho
tiempo de no verse… Al encontrarse se saludaron con mucho cariño y comenzaron una amena conversación.
En algún punto de la charla, el le
pregunta:
-¿Qué tipo de hombre es el que tu estás buscando?
Ella voltea a verlo a los ojos y
dándole una sonrisa le preguntó:
-¿En verdad quieres saber?
El respondió:
– Por supuesto!
Ella le explica:
-Estoy en una posición de pedirle a un hombre lo que yo no podría hacer sola. Tengo un trabajo y yo pago todas mis facturas. Yo me encargo de mi casa sin la ayuda de un hombre,
porque soy económicamente
independiente y responsable. Mi rol ya no es el de ser ama de casa dependiente de un hombre en ese sentido. Yo estoy en la posición de preguntar a cualquier hombre: ¿que es lo que tú puedes aportar en mi
vida?
El hombre se le quedó mirando.
Claramente pensó que ella se estaba refiriendo al dinero.
Ella sabiendo lo que él estaba
pensando, dijo:
-No, no, no… yo no estoy refiriéndome al dinero.
Yo necesito algo más. Yo necesito un hombre que luche por la perfección en todos los aspectos de la vida. Que yo sea importante para el como el lo
será para mi, que me de tiempo de calidad porque yo estoy dispuesta a dárselo… alguien que me deje “ser” en todos los sentidos, porque yo también le daré las libertades que el
me otorgue.
El cruzó los brazos, se recargó sobre la silla y mirándola le pidió que le explicara un poco mas…
Ella dijo:
-Yo busco a alguien que luche por la perfección mental, porque necesito con quién conversar, no necesito a alguien mentalmente simple. Yo estoy
buscando a alguien que luche por la perfección espiritual, porque necesito con quien compartir mi fe en Dios. Yo
necesito un hombre que luche por la perfección financiera porque, aunque no necesito ayuda financiera, necesito a alguien con quien coordinar el
dinero que entre en nuestras vidas.
Yo necesito un hombre que luche por su individualidad, que tenga la libertad para salir a volar y regresar responsablemente a su nido, porque enriqueciéndose así mismo, tendrá algo maravilloso que regalarme cada día.
Yo necesito un hombre lo
suficientemente sensible para que comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, pero suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme caer.
Yo estoy buscando a alguien que yo pueda respetar. Partiendo del respeto que él mismo se gane con el trato, el amor y la admiración que me dé.
Dios hizo a la mujer para ser la
compañera del hombre. No para ser menos o más, si no para que juntos forjen una vida en donde la convivencia los lleve a la felicidad. Si existe un hombre así pues eso es lo que yo busco.
Por supuesto vuelvo a insistir que yo estaré con el en reciprocidad.
Cuando ella terminó de hablar lo miró a los ojos. El se veía muy confundido y con interrogantes (que raro ella ya había explicado minuciosamente todo).
El le dijo:
-Estás pidiendo mucho.
Ella le contestó:
-Yo valgo mucho!!
P.D. Tu hombre que lees esta
reflexión quizá digas que no
entiendes a las mujeres, pero sabes, las mujeres no se hicieron para ser comprendidas, sino para ser queridas, porque ellas te saben dar tu lugar, claro que de todo hay como en la viña del Señor, pero en esta vida venimos a ser felices y en el
camino vamos conociendo y
madurando.
Tu mujer que me lees quizá digas que esta chica pide mucho o es una engreída o una pedante… pero recuerda que en la medida que te des valor a ti misma, te darán valor los demás
Fuente: facebook
No esperes
No esperes una sonrisa para ser
gentil…
No esperes ser amado para
amar…
No esperes estar solo para
reconocer el inmenso valor de un amigo…
No esperes el luto del mañana
para reconocer la importancia de
quienes están hoy en tu vida…
No esperes tener el mejor de los
empleos para ponerte a trabajar…
No esperes la nostalgia del otoño
para recordar un consejo…
No esperes la enfermedad para
reconocer que tan frágil es la
vida…
No esperes la persona perfecta
para entonces enamorarte…
No esperes la soledad para pedir
perdón…
No esperes la separación para
buscar la reconciliación…
No esperes el dolor para elevar
una oración…
No esperes elogios para creer en
ti mismo…
No esperes tener tiempo para
servir…
No esperes que los demás tomen la iniciativa, cuando sabes que tú has sido el culpable…
No esperes el “yo también” para
decir “te amo”…
No esperes tener dinero por
montones para entonces ayudar al pobre…
No esperes el día de tu muerte si aún no has amado la vida…
Entonces, ¿qué estás esperando?
Anónimo
Temores
Temía estar solo, hasta que
aprendí a quererme a mí mismo…
Temía fracasar, hasta que me di
cuenta que únicamente fracaso
cuando no lo intento…
Temía lo que la gente opinara de
mí, hasta que me di cuenta que
de todos modos opinan…
Temía me rechazaran, hasta que
entendí que debía tener fe en mí mismo…
Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer…
Temía a la verdad, hasta que
descubrí la fealdad de las
mentiras…
Temía a la muerte, hasta que
aprendí que no es el final, sino
más bien el comienzo…
Temía al odio, hasta que me di
cuenta que no es otra cosa más
que ignorancia…
Temía al ridículo, hasta que
aprendí a reírme de mí mismo…
Temía hacerme viejo, hasta que
comprendí que ganaba sabiduría
día a día…
Hay que vivir ligero porque el
tiempo de morir está fijado.
Ernest Hemmingway
Pensamiento y carácter
El Aforismo, “Como un hombre
piensa en su corazón, así es él,” no sólo abarca su ser, sino que llega a comprender cada condición y circunstancia de su vida. Un hombre es literalmente lo que piensa, siendo su carácter la suma de todos sus pensamientos.
Así como una planta brota de su
semilla, y no podría ser de otra
manera, así cada acción de un
hombre brota de las semillas
invisibles del pensamiento, y no
podrían existir sin ellas. Lo anterior es aplicable por igual a aquellos actos considerados “espontáneos” y “no premeditados” como a aquellos
que son deliberadamente
ejecutados.
Las acciones son brotes del
pensamiento, y la dicha y el
sufrimiento son sus frutos; De este modo el hombre cosecha los frutos dulces y amargos que él mismo siembra.
Los pensamientos en la mente nos hacen lo que somos. Nos forjan y modelan. Si albergas en
tu mente pensamientos inferiores, el dolor te seguirá como sigue el arado al buey… Si en cambio tus pensamientos son elevados, te seguirá la dicha como tu propia sombra, es un hecho.
El desarrollo del hombre está
gobernado por leyes, no por
artificios, y la ley de causa y efecto es tan absoluta e inevitable en el reino oculto de los pensamientos como lo es en el mundo de los objetos visibles y materiales. Un carácter admirable no es asunto de azar o de favor, sino el resultado
natural de un constante esfuerzo en albergar los pensamientos correctos, el efecto de una muy larga y apreciada asociación con
pensamientos admirables. Un carácter innoble y bestial, por el mismo proceso, es el resultado de pensamientos viles albergados continuamente.
Él es hecho o deshecho por sí
mismo; en la armonía de los
pensamientos forja las armas con las que se destruye; también elabora las herramientas con las que construye para sí mansiones celestiales de felicidad fortaleza y paz. Con la elección y aplicación de los pensamientos correctos el hombre asciende a la perfección divina.
Con la aplicación y el abuso de los pensamientos incorrectos, desciende bajo el nivel de las bestias. Entre estos dos extremos están todas las
categorías del carácter, y el hombre es su maestro y hacedor.
De todas las maravillosas verdades del alma que han sido recuperadas y redescubiertas en esta era, ninguna más grandiosa y fecunda de divina promesa y esperanza que esta – el hombre es el amo del pensamiento,
forjador del carácter, creador y
modelador de condiciones, entorno y destino.
Fuente: contacto con el alma
Calidad Humana
En esta época todos hablan de
calidad de productos, de calidad de procesos, calidad de servicios,
calidad de sistemas… muy poca
gente habla de calidad humana,
calidad de vida… y sin ella, todo lo demás es apariencia, sin
fundamento.
Hablar de calidad humana, es cuidar nuestros vínculos con los demás. Necesitamos rehacer nuestros vínculos humanos.
De nada sirve trabajar de sol a sol en un lugar donde no tenemos amigos y llegar cansados a un hogar en el que nadie se interesa en saber cómo nos fue.
¿Para qué trabajar tanto si nos
sentimos solos? Es triste leer un
libro y no tener a alguien con quien comentarlo, es doloroso sentirse preocupado y no contar con una persona a quien abrirle el corazón.
De nada vale estar al frente de una cancha de tenis, de fútbol o frente a un juego de salón si no tenemos con quien jugar, con quien disfrutar ese momento.
¿Para qué tener lo que no se puede compartir? Ni las cosas ni el dinero, poseen valor intrínseco. El valor de lo material está en su aplicación, en
el servicio a alguien más o la
convivencia con alguien más.
La belleza de tener está en
compartir. La magia de luchar por una prosperidad económica, estriba, ni más ni menos, en poder ver sonreír a alguien a quien le damos el privilegio de disfrutar lo que ganamos.
Eso es parte de la naturaleza
humana: dar, convivir, amar, servir… ayudar. ¡HAZLO!
En muchas ocasiones estamos
asustados, asustados de lo que tal vez no podemos hacer; asustados de lo que pensaría la gente si tratamos. Permitimos que nuestros miedos se interpongan en nuestros sueños.
Decimos no, cuando queremos decir sí. Murmuramos cuando queremos gritar, y después… después gritamos a quien no teníamos que hacerlo. ¿por qué?
Después de todo cruzamos por esta vida una sola vez, no hay tiempo para tener miedo. Así que intenta… intenta aquello que no has hecho, arriésgate, participa en el maratón,
escribe aquella carta, enfréntate
como ganador a las cosas
cotidianas.
Fuente: Facebook