Igualdad y respeto mutuo

Cuando cada uno de nosotros
somos libres de ser quienes
somos, la igualdad y el respeto a
mutuo se establece firmemente en nuestras vidas de seres humanos.

Nadie trata de controlar a los
demás. Nadie es víctima ni
verdugo. No se discrimina, se
controla ni se abusa de nadie.

Cada persona se siente fortalecida para realizar sus propias elecciones y para responsabilizar se de las consecuencias.

Allí donde no hay auto traición,
no puede haber abuso. No puede
haber desigualdad.

A medida que cada uno de
nosotros aprendemos a reclamar
nuestro poder y ayudamos a los
demás a requerir el suyo, los
abusos disminuyen. Cuando se
producen, se detectan
rápidamente y se corrigen con
facilidad.

Este es el mundo que estamos
creando juntos. Pero como
siempre, empieza contigo y
conmigo. Empieza con las
elecciones que realizamos en este momento.

© Paul Ferrini